jueves, 24 de septiembre de 2015

Ilusión

Ilusión
9+12+22+20+9+16+14 = 102
+ lupa 21%= 21.42 / 123,42

La lupa nos muestra un receptor unido al plano emocional que opera en  negativo: 123,42. 

En principio, solemos tener problemas cuando adoptamos la postura individual. Esa siempre es egoísta, cerrada, hasta interrumpe a la propia personalidad.

Sin embargo, luego, tenemos inconvenientes con la solución que da el plano del doble. Y a esta la distinguimos siempre porque requiere algún “esfuerzo”. Esto es, alguna forma de “estoicismo”, o actualmente, se le llama “tolerancia”, es decir, una forma que resulta forzada, artificial, y aprehendida para soportar lo que no me gusta. En el fondo, esto es un simple engaño del cuarto plano para poder defender su bastión de operaciones, (el receptor) pues, la tolerancia hacia el otro, simplemente habla de la desvalorización por el otro, y por supuesto, también para uno mismo.

Esta es la trampa, la cual no ve el receptor, pues posiblemente va a experimentar las felicitaciones del alma humana, que por siempre está “enfrentada” al original, (aunque sienta que es para llegar a él),  para demostrar que ella si puede llegar a ese nivel de consciencia. Por supuesto, de una frecuencia mucho más elevada, o fuera de las frecuencias. Por supuesto, esta es una ilusión que ahora dura poco, y de la que sea como en castillos de naipes. Por suerte, los planos mas elevados de la consciencia, o el más elevado, está desmontando estos fuedos del pensamiento del desdoblado. Ya lo dijo Ceratti: “Separarse de la especie por algo superior, no es soberbia, es amor”.

martes, 15 de septiembre de 2015

Temas que trata el libro



En Clave de Sol

Contenidos
Avituallamiento
Tabla de correspondencia entre números y letras
Introducción
Tierra
Agua y Fuego
Aire y Viento
Ley Escrita
Éter
Energía
Origen
La Ley
Retrospectiva
Consciencia y Consciente
Ser
Atención y Concentración
Convergencia y Divergencia
Contemplo
Punto Cero
Luz y Sombra
Presente, Pasado y Futuro
Discernimiento
Matrix
Sión
Neo
Nada
Vivencia
Problema
Piloto automático
Padre y Madre
Asociaciones libres
Números de los números
Meditación y Meditacción
Gracias

Discernimiento

Discernimiento
4+9+20+3+5+19+14+9+13+9+5+14+21+16 = 161
La energía presente en la totalidad del plano uno.

Hay que prestar atención a poder discernir entre un intento
moral, y una expresión natural.

Desde el intento moral, uno pretende adecuar el presente a una
forma prefabricada. Como no hace centro en el devenir, sino en
un sustituto, el pasado y el futuro no pueden equilibrarse en el
eje vertical. Es un presente aparente, que excluye su propia
expresión en el tiempo.

En cambio, al permitir la visión espontánea del Ser, uno puede
observar un presente que es inclusivo, es decir, se puede ver un
punto de confluencia de todos los tiempos en el ahora.
Entonces,
el eje horizontal se puede equilibrar en el eje vertical, porque se
encuentra ese centro. Allí uno está en diálogo con el pasado y el
futuro, pero sin estar en ellos.
La visión inclusiva es natural, no requiere hacer esfuerzos ni
adaptarse a reglas o a ideas para que esté despierta. Es lo que
surge al permitir que sea lo que es: es lo espontáneo.
La idea moral, en cambio, es subjetiva, responde a una idea
cristalizada, y además, depende del esfuerzo, contexto y tiempo
en que sea hecha o aplicada.
Tener un discernimiento bien despierto, puede ser cada vez
más importante en la transformación de la perspectiva a
medida que uno la transita.



domingo, 13 de septiembre de 2015

.


Cuando no hay nada que decir, habla el silencio. 

Parece tan poético, que esto oculta lo práctico.

Veamos entonces, más cuadro a cuadro: 
Cuando el receptor, la personalidad, los marcadores ya no tienen nada que decir entonces, habla el silencio. En este momento, cuando intento explicar lo que siento, no me imagino ninguna imagen que pueda abarcar el silencio y el sonido, la nada y el todo. No quiero irme por esas ramas tan alucinantes para la mente. Lo práctico es que ambas pueden convivir para nuestra percepción. ¿Cómo puede ser esto posible? Lo que sucede es que la percepción es multidimensional. Y esto es nada más que empezar esta zona de la consciencia, que no está sujeta a los marcadores del doctor Hamer. Es decir, el pensamiento como lo conocemos habitualmente, funciona en forma unidimensional. Mientras tanto, si salgo fuera de los confines de esta forma de pensamiento a la que estoy acostumbrado, puedo ser consciente hasta del silencio que está más allá del ruido. Cuando observamos este silencio, no es necesario acallar la mente, pues la percepción puede ir más allá de la misma distorsión, sin mediar esfuerzo.Y si hay un esfuerzo, estás operando desde los programas, dentro de los límites que ya conoces.

No es necesario aquel silencio energético que sugería la meditación, más bien es un silencio lógico, el que siempre habita en el instante.

martes, 8 de septiembre de 2015

Silencio original

  • La lógica original, sin distorsiones, se manifiesta por si sola, cuando tan solamente se lo permitimos. Tan sólo necesita espacio, no hay más para poder conocerla, que abrirle el paso en la consciencia. Lo complicado radica, justamente, en la simpleza. 
    Es decir aquello es algo demasiado simple para la mente que esta siempre ocupando aquel espacio (vacío) con dudas, preguntas, inquietudes. etc. Lamentablemente así recrea un universo en distorsión, que no es el original. 
    Los universos originales son silenciosos, no entra en ellos una mente ruidosa. 

viernes, 4 de septiembre de 2015

Aquel que nada es

Toda tensión es la expresión de una distorsión, ya notemos la tensión física, o la psíquica. Ahora, veamos esta afirmación con más en profundidad: Toda tensión que podamos observar en los planos lentos (1-2-3), muestra una distorsión integral del receptor que opera en todos los planos manifestados. Por ello es poco menos que inútil, tratar de enderezar los planos lentos, manteniendo la distorsión en los planos que generan el desdoblamiento. Es decir, sirve de muy poco, por ejemplo, tratar de encontrar una cura química, o psicológica del receptor. Serán simples parches momentáneos que nunca pueden llegar a tratar el tema en profundidad. Para ello, para dar con esa profundidad, hay que permitir que desde los planos más veloces, se opere una verdadera mutación del receptor. Que pueda operar significa, entre otras cosas, que mis planos lentos puedan comprenderlo, sentirlo, y participar en ese proceso. Esto que digo va más allá de cualquier control (o descontrol) de la conducta, o por ejemplo, del simple manejo del arte de la oratoria. No es lo que uno piense, desde alguna teoría, no es una opinión, o cualquier agente externo el que va a ir a la raíz del tema. Según entiendo desde mi vivencia, es el permiso del receptor para que opere el observador más sutil, (aquel que nada es) el que puede dar con la raíz del conflicto, y no, por ejemplo, una simple torsión hecha desde la moral del cuarto plano.

lunes, 31 de agosto de 2015

Algunos Tránsitos

Transito = 121
21+19+1+14+20+9+21+16

En “transito” vemos una lupa en plano uno.

Eisenberg mirando los fotogramas de cerca
Sin que diga que esto tránsitos son progresivos, ni que unos estados superan a otros, sino más bien, que los ubico con situaciones que en lo particular puede estar ordenados de una forma muy distinta en los distintos receptores. Mientras unos necesitan hacer circuitos, a otros le hace falta una “tormenta” para poder conducir aquél agua, mientras a unos terceros, sufren las inclemencias del rayo. Unos se inundan, en otros hay sequía, etc.

¿Acaso podría ser de otra manera viviendo en un planeta del que nos estamos descubriendo un fractal?
 
Cualquier juicio cae en las redes del tiempo lineal, pues, en lo circular no es posible juzgar, pues todo va cambiando constantemente y pronto me puedo ver haciendo lo que juzgo, paradójicamente.


Los números de la palabra nos sugiere hacerle la lupa al cualquier transito. Lupa para solo informar del plano uno.
Recordemos que el receptor sólo es el periscopio de la consciencia.


martes, 25 de agosto de 2015

Artículo lógico-sonoro

Sin corrección, en muchos sentidos…

Aunque todavía con mucho margen de error, he decidido empezar a aterrizar este potencial aún inexplorado, con el cual me he topado, que he llamado por ahora, lógica sonora. Y una de las razones principales, simplemente es para compartir lo que diariamente compruebo, que hay una relación entre la escucha y la salud de mis circuitos que abre un campo perceptivo distinto al que estamos acostumbrados a ver.

Lo primero que me propongo es que uno pueda escuchar mejor, simplemente, con una lógica y que el receptor pueda comprobar la relación entre lo sonoro y el plano de los circuitos. Para ello, como está a la vista, podemos jugar con el sonido, o la música, y el llamado sistema de referencia, o también, plantilla. Desde ahí, por ejemplo, podemos explorar las valencias y potenciales de lo que suena, supongamos, por su procedencia. Al tener en cuenta este potencial y comprenderlo, pues, lo que sucede es sencillamente, que se activa en nosotros.

Ya hemos dicho que la escucha se relaciona directamente con el plano de los circuitos, así como, naturalmente, la vista se relaciona más con el plano mental. Para ver esto más claro, no hay que fijarse nada más que en las características de estos sentidos. Por ejemplo, la vista está más preparada para lo lineal, aunque abarque un sector periférico de aquel punto que puede claramente focalizar. En cambio, el oído puede abarcar 360º, es decir, escuchar delante o detrás de uno. Por esas razones, lógicamente, los ojos se encuentran en la parte frontal, y los oídos, en los laterales de la cabeza.

Sin embargo, la onda que transporta el sonido, no se percibe únicamente con los oídos. La vibración sonora se puede sentir también con el tacto, como suelen comprobar mucho la gente joven (posiblemente), al jugar delante de los altavoces. Y aún hay más, que es a lo que apuntamos con la lógica sonora, aquello que no se escucha de lo que se escucha. Como dije, ese sería nuestro campo de investigación, necesaria para escuchar lo que se escucha, o bien, para comprender la lógica detrás de lo sonoro
.
Ya he citado dos características invisibles del sonido. Primero, que la onda sonora repercute o se relaciona con los circuitos, (aunque no sea la única manera de percibirlos), así como la vista se relaciona más con el plano mental. De la misma manera, esta tendencia, no exime al sonido de poder ser parte de los pensamientos. De hecho, nuestros pensamientos suenan. Y lo fuerte que suenan, al menos, dentro del receptor, interfiriendo así el libre fluir de los circuitos. 


Por ahora, este cuentagotas llegó a su término, pero espero haber despertado al menos, parte del potencial universal de lo sonoro, aunque sea, sólo un poquito más. La resonancia puede hacer el resto, mucho mejor que yo.  Todo esto que digo es fácil de comprobar simplemente prestando atención a la escucha. Y no sólo cuando escuchas música, simplemente, cuando escuchas... 

Cuestiones de discernimiento

Cuando uno quiere compartir lo que siente es porque siente un impulso. Respetamos el impulso de dar, naturalmente pero puede tener varios vicios de los programas que llamaremos "subconscientes". Esto pretende marcar una distinción entre el territorio de la subconsciencia, y el territorio inexplorado del inconsciente.

Más allá que coincida o no, con cualquier explicación. Para nosotros, el "subconsciente" será todo aquello que he recibido desde el eje X, lo aprendido, o quizás recibido por otras formas, como la recepción por ejemplo del llamado transgeneracional que se explora en biodescodificación. Es decir, lo que viene del plano 4 que vamos a suponer todavía no operativo, sino con distorsiones e interferencias de los programas. Es decir que aún estas acciones operan en forma mecánica.
Mientras tanto, "inconsciente", será para nosotros aquí, lo desconocido, simplemente. Para ser más concreto: lo espontáneo, lo intuitivo, es decir, lo que viene del eje Y plano 7, lo que está sin cristalizaciones.

Ahora viene una cuestión de discernimiento, pues llegado el caso, si uno realmente se implica con el enlace Y, se puede plantear esto: ¿dónde estoy realmente fluyendo con lo nuevo, y dónde estoy simplemente repitiendo un programa con un potencial cristalizado? ¿Es una cuestión entender ciertos "nuevos" valores?¿Cómo no caer en unas de las trampas del cuarto plano cristalizado, cuando este rápidamente, estipula una "forma correcta" y otra "equivocada"?  ¿Se puede realmente hablar de fluir cuando tengo juicios sobre lo bueno y lo malo, lo mucho y lo poco, cuando tengo tanto presupuestos?

Hay muchos programas sutiles, a más profundidad más sutiles, que representan pueden "representar" el fluir de lo espontáneo. Parafraseando a un conocido cuento: cuando el diablo vio que el humano podía conocer la verdad, despreocupado, se propuso ordenarla. Es decir, cristalizarla. Y no está en dejar constancia escrita, acústica, de algo que se piensa, sino en la actitud de lo que pienso. Por ejemplo, puedo hablar que en el futuro estaré fluyendo, pero no fluir cuando lo digo. Esto es la contradicción del cuarto plano. Por más que se niegue, es una actitud hacia la cristalización que sólo promete, es decir, crea futuros, pero no abre nuevos presentes. El mismo caso en música, en el área que mejor conozco: los compositores no solemos hablar de nuestra obra, no nos gusta decir nada, apenas lo esencial, esto es porque pretendemos que la obra pueda hablar por si misma y no necesite explicación externa.

lunes, 24 de agosto de 2015

Origen Universal

Parte del libro en Clave de Sol

ORIGEN: 16+19+9+7+5+14 = 70
UNIVERSAL: 22+14+9+23+5+19+20+1+12 = 125

Cuando uno está en punto cero, el origen y la ley
Universal pueden manifestarse en todos los planos, y por
sobre las leyes del cuarto plano. El 7 toma el mando por el
4.

En los 3 planos no materiales se ha dado esta misma
situación con el 5, 6, 7 en punto cero. Recordemos que mi
elección de las palabras fue intuitiva y anterior a saber su
estructura matemática, siempre con la sorpresa de
descubrir jugando.
En Universal, vemos un universo base 12 mostrando una
lógica.

Te invito especialmente a continuar derivando estas palabras…
Libro