martes, 25 de agosto de 2015

Artículo lógico-sonoro

Sin corrección, en muchos sentidos…

Aunque todavía con mucho margen de error, he decidido empezar a aterrizar este potencial aún inexplorado, con el cual me he topado, que he llamado por ahora, lógica sonora. Y una de las razones principales, simplemente es para compartir lo que diariamente compruebo, que hay una relación entre la escucha y la salud de mis circuitos que abre un campo perceptivo distinto al que estamos acostumbrados a ver.

Lo primero que me propongo es que uno pueda escuchar mejor, simplemente, con una lógica y que el receptor pueda comprobar la relación entre lo sonoro y el plano de los circuitos. Para ello, como está a la vista, podemos jugar con el sonido, o la música, y el llamado sistema de referencia, o también, plantilla. Desde ahí, por ejemplo, podemos explorar las valencias y potenciales de lo que suena, supongamos, por su procedencia. Al tener en cuenta este potencial y comprenderlo, pues, lo que sucede es sencillamente, que se activa en nosotros.

Ya hemos dicho que la escucha se relaciona directamente con el plano de los circuitos, así como, naturalmente, la vista se relaciona más con el plano mental. Para ver esto más claro, no hay que fijarse nada más que en las características de estos sentidos. Por ejemplo, la vista está más preparada para lo lineal, aunque abarque un sector periférico de aquel punto que puede claramente focalizar. En cambio, el oído puede abarcar 360º, es decir, escuchar delante o detrás de uno. Por esas razones, lógicamente, los ojos se encuentran en la parte frontal, y los oídos, en los laterales de la cabeza.

Sin embargo, la onda que transporta el sonido, no se percibe únicamente con los oídos. La vibración sonora se puede sentir también con el tacto, como suelen comprobar mucho la gente joven (posiblemente), al jugar delante de los altavoces. Y aún hay más, que es a lo que apuntamos con la lógica sonora, aquello que no se escucha de lo que se escucha. Como dije, ese sería nuestro campo de investigación, necesaria para escuchar lo que se escucha, o bien, para comprender la lógica detrás de lo sonoro
.
Ya he citado dos características invisibles del sonido. Primero, que la onda sonora repercute o se relaciona con los circuitos, (aunque no sea la única manera de percibirlos), así como la vista se relaciona más con el plano mental. De la misma manera, esta tendencia, no exime al sonido de poder ser parte de los pensamientos. De hecho, nuestros pensamientos suenan. Y lo fuerte que suenan, al menos, dentro del receptor, interfiriendo así el libre fluir de los circuitos. 


Por ahora, este cuentagotas llegó a su término, pero espero haber despertado al menos, parte del potencial universal de lo sonoro, aunque sea, sólo un poquito más. La resonancia puede hacer el resto, mucho mejor que yo.  Todo esto que digo es fácil de comprobar simplemente prestando atención a la escucha. Y no sólo cuando escuchas música, simplemente, cuando escuchas... 

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