Hasta hace muy nos podía sorprender que algún observador
hiciera biológico parte de su proceso. En forma didáctica lo pasamos a llamar “biologizar”.
Siempre voy a estar hablando ahora en términos muy generales
y con el margen de error que tiene un resumen.
Pues, con esa impronta, la principal diferencia entre “biologización”
y el padecer algún síntoma biológico es que este segundo está causado por la reacción
ante un hecho u observador del eje x, mientras que la biologización sería por
un motivo que está en el eje Y.
Es decir, mientras el síntoma biológico es una consecuencia
del eje x, la “biologización”, en cambio, se presenta como un desmantelado de
la distorsión del receptor.
Veamos esto con más en detalle aún: en la biologización
observamos cómo el receptor encuentra que puede ir más allá de su distorsión, por
consiguiente el cuerpo y sus emociones, se hacen más sutiles, y por eso, el
receptor tiene una especie de síntoma ante los cambios de frecuencia que vive.
No obstante, no todas las veces que hablamos de biologizar,
o bien de síntoma biológico, estamos señalando las mismas realidades, muchas
veces, nos mentimos, ya sea en un sentido o en otro. En definitiva, y a fin de
ser más operativos, si uno es honesto con lo que observa, o con lo que puede
observar, lo cierto es que son cosas que no las dirime el observador virtual.
Y un detalle para nada menor, aunque sólo lo voy a señalar brevemente: Biologizar,
presupone que puedo convertir en verbo el calificativo “lógico”.
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