jueves, 6 de agosto de 2015

Definiciones

Cuando hablamos de sexo, (de géneros, de definición sexual), pasamos por el tema como si fuera algo menor. Por supuesto, nos acompaña una risita que apenas esconde mucho más de lo que suponemos.

Ignoramos, por ejemplo, que es lo primero que nos divide como personas, siendo la primera gran identificación más allá de ser todos uno. El árbol que tapa el bosque. Es decir, antes de ser personas, actuamos como si fuese lo más importante ser mujer, varón, o transexual, femenino, masculino. De acuerdo a esas definiciones actuamos por obediencia al género, o tendencia sexual, como también lo hacemos con la raza, la familia, y otras identificaciones.

No es muy difícil de observar que la definición de la identidad sexual, no nos deja ver a la persona. El tema es que este viaje, tampoco acaba en la persona, sino que una vez encontrada lo personal, continúa hacia lo impersonal. Aquí hay un abroche esencial, porque no podemos trascender lo personal, si no vamos más allá de la parte.

Sería interesante agregar aquí que la problemática es incluso más profunda. Y por ejemplo, hay una próxima estación en la combinación de todos los factores, los personales y los impersonales.

Sin embargo, sólo miremos el recorrido para saber del mapa. Mejor volvamos hacia los primeros pasos, para poder centrarnos en observar este nudo donde se ata esta identificación esencia. Y así empezar a soltar el género, al menos, para poder no basarnos en esa falsa identidad, ni en toda la programación que viene añadida.  

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